martes, 7 de febrero de 2012

La estafa universal de los Derechos Humanos

LA ESTAFA UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

La primera vez que surge la palabra ciudadano es durante los Imperios romano y griego. Los miembros de la polis griega tenían un conjunto de garantías legales, escritas y consignadas en sus códigos y consagradas por la costumbre. El griego en la antigüedad y el ciudadano romano, gozaban de un especial fuero de libertades y atribuciones que le eran provistas desde el mismo Estado, aun vivieran en tiranía, como algunas etapas notables de la historia romana o en plena democracia griega.

Durante los siglos IV y V antes de Cristo esas conquistas ya estaban consagradas, escritas por amanuenses al servicio del Imperio, luego de ser redactadas por legisladores como Licurgo, Catón y Solon, se encargaron de diseñar una buena administración del erario publico, de la res pública, de la administración de justicia así como también un marco de garantías para el ciudadano que propiciaron una especie de génesis de lo que siglos después habría de conocerse como los Derechos humanos.

Lo que cabe destacar es el hecho de que esos derechos eran para los ciudadanos del Imperio. San Pablo narra en los Hechos de los Apóstoles en La Biblia, que en una ocasión fue arrestado por autoridades romanas por predicar el Evangelio. Entonces el Tribuno, Sátrapa o Gobernador que impartía justicia, lo mando azotar sin aun escuchar su defensa. Luego de azotado, Pablo declaro que era ciudadano romano, asunto que por poco le crea un serio inconveniente al Tribuno, porque estaba permitido el azote para los bárbaros, pero n o para los ciudadanos romanos.

Luego de la caída, cisma o desmembramiento de ambos imperios de la antigüedad, aclarando desde aquí que no se hablaba de esas garantías como derechos humanos con el alcance que tienen en la actualidad, llega el año de 1789 en Francia y la Asamblea Nacional Constituyente hace la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, el 26 de agosto de 1789, como el hecho jurídico político mas importante parido por la Revolución francesa. Universal la declaración, pero no incluía a las mujeres ni a los negros, debido a que los actores principales de esa revolución burguesa, no iban a afectar el empleo que hacían de los esclavos como medio de producción.

Las mujeres entran bajo el paraguas de los Derechos Humanos en 1791, cuando Olympia de Gougues publica y da lectura en una Convención a la Declaración de los Derechos de la mujer. Los negros no entran al paraguas sino el 4 de febrero de 1794.

Lo realmente extraño e inexplicable es que acabando de hacer la declaración, en la Francia misma se vivieron verdaderos aquelarres y matanzas de civiles, en purgas políticas, siendo colgados, quemados en la hoguera como brujas medievales o perdiendo sus cabezas bajo el filo de la navaja del invento del Doctor Guillot: La guillotina.

Cómo es posible que la nación que le dio ejemplo al mundo con el documento político mas moderno hasta entonces, garante de derechos y atribuciones especiales para el ser humano, tan solo por el hecho de ser vivo y viable, aun antes de haber nacido, se viera envuelta en el reinado del terror colectivo, sin haberse secado todavía la tinta del documento.

Era necesario mandar a guardar el documento que sirvió de modelo de ahí en adelante en todos los países para la redacción de las llamadas Constituciones liberales. Sumirlo en el olvido gracias a los intereses del Imperio napoleónico. Si se seguía hablando de derechos humanos y se perfeccionaban no cabria espacio para las guerras napoleónicas, para los intereses expansionistas del Corso que llevó a Francia a la gloria y a los pies del cadalso.

La historia hizo silencio por espacio de mas de ciento cincuenta años. Las guerras napoleónicas se extendieron por toda Europa hasta Rusia inclusive y abarcaron un periodo de mas de diez años, desde 1805 con la Batalla de Ulm del 25 de septiembre hasta el 18 de junio de 1815, fecha de la Batalla de Waterloo. Sin importar la declaración que habían hecho y sin importar el cuerpo de legislaciones con que el Imperio de Napoleón dotó a Francia y al mundo. Lo grande es que las demás naciones que habían surgido de los Tratados de Osnabruck y Munstruck, conocidos como La Paz de Westfalia, firmados en 1648, también hicieron un mutis cómplice escondiendo el tema debajo de la alfombra.

Entre 1815, final de las campañas napoleónicas y 1914 inicio de la Primera Guerra Mundial pasaron cien años de soledad para el tema de los Derechos Humanos, terminada la guerra formalmente en 1919, luego pasan veinte años de siesta europea de entreguerras, hasta que comienza, en 1939, con la invasión alemana a Polonia, la Segunda Guerra Mundial que concluye en 1945, entonces el tema es retomado por las Naciones Unidas y promulgados en Paris, Francia ampliados y mas actualizados, el 10 de diciembre de 1948 mediante la Resolución 217 A, atribuyendo la redacción o compilación a Eleanor Roosevelt viuda de Franklin Delano Roosevelt, electo cuatro veces como Presidente de los Estados Unidos, quien falleciera el 12 de abril de 1945 dieciocho días antes de la muerte de Adolfo Hitler en su bunker de Munich.

Luego de ello, ya el tema de los derechos humanos llego para quedarse, se han creado Tribunales y comisiones internacionales e interamericanas de Derechos Humanos y se ha aumentado ampliamente la cobertura legal y el alcance del termino, llegando al concepto derechos humanos y derecho internacional humanitario, este ultimo para los casos de reglas de enfrentamiento armado, trata de prisioneros de guerra, refugiados, supresión de la tortura y muchos otros.

Esa declaración renovada de 1948, tuvo su mas dura prueba a partir de la Declaración del Patriot Act, o Ley Patriótica luego de los atentados del once de septiembre de 2001, la cual confiere poderes especiales al Presidente, sin consulta ni votaciones previas además de limitar seriamente los derechos civiles que costaron sangres como la de Martin Luther King, autorizando la intromisión oficial legal del Gobierno hasta en la privacidad de los ciudadanos.

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