lunes, 31 de marzo de 2008

VICTOR JARA, Y EL 911 CHILENO

El cantautor y Director teatral Víctor Jara nació en Lonquén, Chile, el 28 de septiembre de 1932 del matrimonio formado por el obrero Manuel Jara y la cantora Amanda Martínez, murió fusilado luego de ser sometido a torturas junto a cientos de presos políticos en el Estadio Chile, el 16 de Septiembre de 1973, durante el proceso de derrocamiento del Primer Presidente Socialista Chileno, Salvador Allende, el 11 de Septiembre de 1973. No había cumplido los 41 años de edad.

La generación que compartió la solidaridad de su martirio escuchaba también a Violeta Parra, Alberto Cortéz, Facundo Cabral Patxi Andion, al excelso Joan Manuel Serrat, a Mercedes Sosa que traía un pueblo en su voz, mientras que en el patio sonaba Expresión Joven y los Guaraguao nos mostraban la casas de cartón de aquel Macondo compartido que es nuestra América.

Tiempos de las calenturas de la llamada Guerra Fría, cuando llegaban las ayudas y la ¨marifinga¨ de la Alianza Para el Progreso, cuando soñar era prohibido y se practicaba el ¨sobaquismo intelectual¨ de Mario Emilio Pérez. Era elegante andar con un libro debajo del brazo.

Víctor Jara, quien nos hiciera llorar con ¨Te Recuerdo Amanda¨, pasó casi toda su infancia entre Lonquén y Nogales. Al morir su madre, en plena infancia, fue enviado a estudiar al Seminario Redentorista de San Bernardo donde estudió Canto Gregoriano, pero en realidad no tuvo una formación musical académica.

En 1953, a los 21 años, integra el Coro de la Universidad de Chile; participando en el montaje "Carmina Burana" de Karl Orff e inicia sus trabajos de investigación del folklore andino y comienza actuar como mimo.
Entre 1956 y 1962 estudia Teatro y Actuación y, posteriormente, Dirección Teatral en la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile. Participa, en diversas producciones de la Compañía del Instituto de Teatro de la misma Universidad.
En 1957 conoce a Violeta Parra, quien lo incita a seguir cantando y tocando la guitarra que su madre Amanda le había enseñado casi desde la cuna y forma el conjunto de música folclórica Andina, Cuncumén, grabando, dos años después, en 1959, dos villancicos con el grupo, escritos por Violeta.
Ya llegando la turbulencia de la década del sesenta, influido por los procesos de la Revolución Cubana, Víctor Jara dirige la obra de teatro de Siveking, ¨Parecido a la Felicidad¨ y la monta en Argentina, Cuba, Uruguay y Venezuela de manera exitosa.
Luego compone ¨Paloma Quiero Contarte¨ y ¨La Canción del Minero¨, temas que marcan el inicio de su trabajo creativo musical y poético dando los primeros pasos en la llamada nueva trova de la canción de contenido social, de la canción comprometida.
Intercala su trabajo de director teatral con la composición de música y letras y los conciertos en la Universidad de Chile y otras casas de estudio de América Latina. Es, también, Asistente de Dirección de Agustín Siré en el montaje de "La Madre de los Conejos" de Alejandro Sieveking.
Víctor Jara junto a una larga lista de cabezas calientes y preclaras del arte popular de contenido socio revolucionario, se encargó de darle forma y de alimentar los sueños de libertad de toda su generación en aquellos convulsos años de dictaduras militares y persecución política. El solo hecho de encontrar en un allanamiento un elepé de esos autores, era considerado un crimen y conllevaba la detención y hasta el fusilamiento a manos de los esbirros de las distintas policías ideológicas del momento.
Durante 1972: investiga y recopila testimonios en la población "Hermida de La Victoria" los que forman parte de su elepé "La Poblacion" para el sello Dicap. Realiza una gira musical por la Unión Soviética y Cuba. Es invitado al Congreso de Música Latinoamericana organizado por "La Casa de las Américas", en La Habana. Dirige el homenaje a Pablo Neruda, en el Estadio Nacional, al regreso del poeta a Chile, luego de recibir el Premio Nóbel.
Es invitado por los campesinos de Ranquil para crear una obra musical acerca del lugar. Se incorpora a los trabajos voluntarios con ocasión de la huelga de los camioneros que busca paralizar al país.
En 1973, según datos de la Fundación Víctor Jara, participa en la campaña electoral parlamentaria, realizando conciertos en favor de los candidatos de la Unidad Popular. Dirige y participa como cantante en un ciclo de programas de televisión en contra de la Guerra Civil y el Fascismo, acogiendo el llamado hecho, en ese sentido, por Pablo Neruda.
Realiza una gira de conciertos en Perú, patrocinado por el Instituto Nacional de Cultura de Lima. Trabaja en la grabación de sus últimas composiciones para dos elepés que no alcanzaron a ser editados. Graba el elepé "Canto por Travesura", recopilación del folklore picaresco de Chile, pero no salió a la venta sino años después de su muerte.
El 11 de septiembre de 1973 Víctor se dirige a la Universidad Técnica del Estado, su lugar de trabajo, donde cantaría en la inauguración de una exposición, desde la cual se dirigiría al país el Presidente Allende. Los militares rodean el recinto universitario ingresando a él el día siguiente, tomando detenidos a todos los profesores y alumnos que se encontraban en su interior.

Víctor Jara fue detenido y dado por desaparecido al igual que miles de chilenos, fue llevado al Estadio Chile que era utilizado como Cárcel masiva por la Junta Militar, luego de torturarle salvajemente lo fusilaron el día 16, siendo llevado a la morgue del hospital público como no identificado.
Ese mismo día, Salvador Allende fue derrocado por una Junta Militar encabezada por el General Augusto Pinochet Ugarte. Allende murió, fusil en mano, enfrentando las tropas de tierra y el bombardeo aéreo durante la toma del Palacio de la Moneda. Ese mismo año la Academia Sueca entregaba el Premio Nóbel de la Paz a Henry Kissinger, diseñador y mente maestra del golpe.

1 comentario:

D. Reyes dijo...

Que horror! Después de tantos muertos Henry Kissinger "logró" el cese al fuego y hubo que darle un premio. La ONU siempre ha sido muy "especial".