miércoles, 30 de enero de 2008

Las calenturas de la guerra fría

Los historiadores y analistas difieren en cuando exactamente puede asegurarse que nació el proceso histórico conocido como la guerra fría. Para algunos, comienza erróneamente a finales de 1945, a partir de la rendición alemana, el bombardeo nuclear a Hiroshima y Nagasaki y la posterior rendición japonesa. Es decir que comienza con el final de la segunda guerra mundial.
Pero no fue así. Estados Unidos y la Unión Soviética, aliados en ambas guerras mundiales, se repartieron, junto a los ingleses, los despojos de la Europa devastada y recompusieron el mapa global reorganizando el poderío de ambas potencias y naciendo un nuevo orden mundial. Pero con él no nació la guerra fría. La guerra fría nació en 1950, tres años después de los juicios de Nuremberg, las Conferencias de Yalta en Crimea y de que se comenzara a aplicar el Plan Marshall para la reconstrucción europea.

El nacimiento de la guerra fría es pues, ideológico, mas que cronológico. Ideológico por las diferencias doctrinales de tipo económico- ideológico y por ende de mercado, entre ambas potencias emergentes detentadoras del poder mundial que buscaban cada una con su estilo y por su lado, ampliar su poder e influencia no solamente sobre las naciones vencidas como Japón y Alemania, sino sobre el escenario global.

Cada una ofreció la panacea para curar los males de la humanidad. Por ello utilizaron la propaganda para promover su doctrina económica, frontalmente opuestas una de la otra, mientras que parejamente, ya entrados en la era nuclear, abrazaron frenéticamente la carrera armamentista, que minó la economía soviética, o fue uno de los factores fundamentales de ello, mientras que los Estados Unidos se dedicaron a exportar e imponer el modelo democrático en todas las esferas de influencia en que les fue posible. Igual hizo la URSS.

El nacimiento de la Guerra Fría puede ubicarse, con justicia y mejor exactitud histórica, en la crisis que dio origen a la Guerra de Corea de 1950 al 1953. Ahí es que ambas potencias se declaran abiertamente antagónicas y comienzan a gruñir y a mostrarse los dientes. El año anterior, 1949, el 1 de octubre, Mao había declarado la independencia y el nacimiento de la República Popular China comenzando la ruptura del llamado bloque sino-soviético, por diferencias doctrinales, de praxis socialista, pero también desaires económicos rusos hacia China.
El fruto mismo de esta guerra de tres años, la partición de Corea bajo el influjo de cada una de las dos potencias, es el signo mas representativo de la disensión entre estadounidenses y soviéticos. Así permanecen todavía aunque están más cercanas que nunca en la actualidad. La caída de la URSS no las unió.

El término Guerra Fría fue acuñado por el periodista estadounidense, nacido en Nueva York de inmigrantes judeo rusos, Walter Lippmann, al poner la frase como tema de su libro, ¨ Guerra Fría ¨, publicado en 1947. Pero no sabía que el nuevo orden mundial nacido del proceso posterior a las cenizas de la guerra del 1939 al 1945, sería tan caliente. La caldera mundial seguiría ardiendo y arde todavía.

Ambas potencias rivales se vieron obligadas a aplicar la llamada política de contención, al saber que cada una tenía la capacidad nuclear de aniquilarse mutuamente. Por lo que el Embajador norteamericano en Moscú, en 1947, George Kennan, conocedor de los horrores del estalinismo en Rusia, sugirió que la contención fuera recíproca y las hostilidades fueran económicas, con una disuasión militar mínima, pero con una amplia base propagandística.

Lippmann nació en Nueva York en 1889 y murió en la misma ciudad en 1974. En 1914 ingresó al diario New Republic tras graduarse en la Universidad de Harvard, donde cursó tres años de estudios. Luego, en 1929, en plena depresión económica, fue Director del New York Herald, hasta 1931. Perteneció, en sus años de estudiante a la Liga socialista de Harvard, abandonando posteriormente esas ideas, acaso al ser nombrado asesor del Presidente Wodrow Wilson y lo ayudara en la redacción de sus famosos catorce puntos, presentados por el Presidente el 8 de enero de 1818 al Congreso Norteamericano, como un Plan de Paz, para que fuesen aplicados en el Armisticio, buscándole final a la gran Guerra Europea.

Durante el proceso de la mal llamada guerra fría y después de la guerra de Corea, hubo gran variedad de conflictos mundiales, en Medio Oriente, en el sudeste asiático, en América Latina y el África, es decir, en todo el mundo, si le anexamos el continente europeo. Tres fueron los principales conflictos durante la guerra fría, entre muchos otros. Primero la Guerra de Corea, segundo la Guerra de Vietnam y tercero la invasión soviética a Afganistán en 1980. Aunque el punto mas álgido fue la crisis de los misiles soviéticos en Cuba.

Los motivos de los tantos conflictos fueron mayormente de origen político ideológico, pero es preciso diferenciar los que son de orden interno, como la guerra entre la India Y Pakistán en 1947, el conflicto en Oriente Medio por la creación del Estado de Israel en 1948,la rebelión de los Mau Mau en Kenia, contra los británicos, en 1952, la derrota francesa en Vietnam en la guerra del Diem Bien Phu, en 1954, la guerra de Suez por el control árabe a la navegación israelita en el canal, en 1956, todas de corte nacionalista y, la rebelión en Hungría contra el Comunismo, que fue aplastada por Janos Kadar, quien fue Presidente del Partido Comunista húngaro hasta el 1988.Conflicto a todas luces ideológico.

Siguieron los conflictos de pura guerra caliente durante la llamada guerra fría al concluir la década del cincuenta, con el triunfo de la revolución cubana y el paso al socialismo como país satélite de la Unión Soviética. Es a partir del proceso cubano cuando se recrudecen las hostilidades y el fenómeno cobra mayor fuerza. Luego vendría la fallida invasión a Cuba por Bahía de Cochinos, la crisis de los misiles soviéticos en territorio cubano, que pusieron en vilo la paz mundial, en 1962, el conflicto de Chipre en 1963, el inicio de la guerra de Vietnam en el 1964, la revuelta cívica de abril de 1965 en nuestro país, que no fue con un fundamento ideológico para cambiar el sistema político hacia el socialismo como temía Washington, sino un cruento regateo por el poder y la vuelta al orden constitucional.

Le siguió en el 1967, la Guerra de los Seis Días entre israelíes y árabes, la guerra civil en Biafra, en el mismo año, que dejó cerca de dos millones de muertos, la llamada Primavera de Praga, en Checoslovaquia, contra el Comunismo, encabezada por Dubcek y que fueron aplastadas por los soviéticos y las tropas del Pacto de Varsovia, en 1968. En el 1973, la guerra del Yon Kipur, entre árabes e israelíes, la guerra civil en Angola, en el 1975, la guerra civil en el Líbano en el 1977 y la invasión masiva del ejército ruso en Afganistán, con limpiezas étnicas, desplazados y refugiados, pone un cierre cruel a la década de los setenta.

Y así sucesivamente, fueron variando las temperaturas del termómetro mundial durante la guerra fría, que puede afirmarse que concluyó el 9 de noviembre de 1989, con la caída o desmembramiento de la Unión Soviética, por la crisis económica y la aplicación de las políticas de Glasnost y Perestroika del Premier Gorbachov. Aunque el socialismo como ideología o sistema político sigue vigente al menos en la China Continental y en Cuba. No ha entrado aun al cementerio de las ideologías políticas mientras Venezuela apunta y apuesta al Socialismo con tintes del pensamiento político bolivariano. Publicado en Clave Digital Ver

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